Para comenzar, el presunto agresor, ya estaba condenado anteriormente por un par de delitos de violencia domestica contra sus padres, lo que provocaron la generación de una orden de alejamiento de éstos. A pesar de todo esto, seguía viviendo en casa de sus padres, donde tras una discusión, acabó dándole un puñetazo a su hermana.
En segundo lugar, el condenado intentó rebatir la condena interponiendo un recurso de apelación. El joven alegaba que en el momento en el que produjo la agresión, estaba en una situación bajo los plenos efectos del consumo de drogas. Pero, con todo, se le analizó una muestra de cabello y se descartó la imputabilidad por el consumo continuado de drogas. El condenado no tenía afectadas sus facultades volitivas e intelectivas.
Por otra parte, el acusado también alegó que si vivía en casa con sus padres y su hermana, era simplemente por voluntad de los mismos. De todas formas, la audiencia señaló que en este caso lo que se protege es el respeto y la efectividad de las decisiones judiciales.
Finalmente, se le condenó a nueve meses de cárcel por quebrantamiento de condena y otros once meses por el delito de violencia cometido contra su hermana, contando además con una orden de alejamiento que le impedía acercarse a su hermana; por lo que para fijar la condena se le ha aplicado la circunstancia agravante de reincidencia [Enrique Lorenzo Andreu Zamorano].
Fuente: Comunicación Poder Judicial.
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