Los hechos ocurrieron en el curso escolar 2010-2011. La magistrada considera probado que la educadora actuó sin ningún tipo de “paciencia o consideración” con los niños, de dos años, y trató, en reiteradas ocasiones, de forma “inadecuada para su edad a algunos de sus alumnos, sometiéndoles a acciones violentas totalmente injustificadas con frases y expresiones impropias, tirones bruscos y algún bofetón o cachete”.
La condenada deberá indemnizar a las madres de las dos víctimas con dos mil euros a cada una por los daños morales. La Conselleria de Educación es responsable civil subsidiaria [Adrián Ortiz Gil].
Fuente: Comunicación Poder Judicial.