La condena, dictada por el Juzgado de lo Penal núm. 2 de Ourense, impone una pena de tres meses de prisión a la acusada, que durante meses mantuvo retenida a su hija, menor de edad, habiendo sido obligada a entregarla al padre por una resolución judicial.
“Ninguno de los argumentos esgrimidos por la acusada para tratar de amparar su decisión de no entregar a la menor, contraviniendo la resolución judicial existente al respecto, puede considerarse objetivamente justificado”, indica la juez que ha conocido el asunto, añadiendo ha quedado “plenamente acreditado que existió mandato claro y terminante, del que la acusada tuvo conocimiento real y efectivo, así como de las consecuencias que se derivarían para ella de no cumplirlo, y pese a ello, no acató la orden” [Kirian Riquelme Saldivia].
Fuente: Comunicación Poder Judicial
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