La Audiencia Provincial de Teruel ha condenado a la propietaria de una farmacia a devolver más de 22.000 € que fueron estafados al gobierno de Aragón, siendo condenada también a pagar una multa diaria de 10 € durante 6 meses por el delito de estafa y a pagar otra multa con las mismas características debido a un delito de falsedad documental; destacándose que se le han suspendido las penas de privación de libertad de 20 meses (10 meses por cada delito) bajo la condición de que no vuelva a delinquir durante 3 años.
Por otro lado, el método que empleó la farmacéutica para estafar al gobierno aragonense era peculiar. La acusada estuvo desde finales del año 2011 hasta principios de 2014 estafando, consistiendo la estafa hasta junio de 2012 en adquirir recetas en soporte de papel, recetas que estaban en blanco y que estaban ya firmadas por su hermana médico; estas recetas luego las rellenaba la acusada, creando la prescripción médica de un medicamento que supuestamente iba dirigida a los pacientes, pero que realmente esta prescripción médica no existía (delito de falsedad documental) y los pacientes nunca adquirieron estos medicamentos. Con el método antes descrito conseguía que pareciese que los medicamentos los comprasen los pacientes, facturando las recetas fraudulentamente al Servicio de Salud Aragonés.
La estafadora facturó 274 recetas falsas (en formato papel), costándole a la Administración más de 8.000€. Se encontraron en casa de la acusada y en una parafarmacia de una localidad próxima una serie de fármacos que no tenían su cupón precinto y que estaban cargados a cuenta del Servicio de Salud Aragonés, valorados en casi 3.500 €.
Desde junio de 2012 y hasta principios del 2014 empleaba el mismo tipo de estafa, pero a partir de esta fecha usaba la “la receta electrónica”, creando 190 recetas de este tipo y cobrando indebidamente 9.915,30€. Ascendiendo la estafa a un total de 22.090.33€. [Enrique Lorenzo Andreu Zamorano].
Fuente: Comunicación del Poder Judicial.
Acceso a la Comunicación y a la Sentencia
Por otro lado, el método que empleó la farmacéutica para estafar al gobierno aragonense era peculiar. La acusada estuvo desde finales del año 2011 hasta principios de 2014 estafando, consistiendo la estafa hasta junio de 2012 en adquirir recetas en soporte de papel, recetas que estaban en blanco y que estaban ya firmadas por su hermana médico; estas recetas luego las rellenaba la acusada, creando la prescripción médica de un medicamento que supuestamente iba dirigida a los pacientes, pero que realmente esta prescripción médica no existía (delito de falsedad documental) y los pacientes nunca adquirieron estos medicamentos. Con el método antes descrito conseguía que pareciese que los medicamentos los comprasen los pacientes, facturando las recetas fraudulentamente al Servicio de Salud Aragonés.
La estafadora facturó 274 recetas falsas (en formato papel), costándole a la Administración más de 8.000€. Se encontraron en casa de la acusada y en una parafarmacia de una localidad próxima una serie de fármacos que no tenían su cupón precinto y que estaban cargados a cuenta del Servicio de Salud Aragonés, valorados en casi 3.500 €.
Desde junio de 2012 y hasta principios del 2014 empleaba el mismo tipo de estafa, pero a partir de esta fecha usaba la “la receta electrónica”, creando 190 recetas de este tipo y cobrando indebidamente 9.915,30€. Ascendiendo la estafa a un total de 22.090.33€. [Enrique Lorenzo Andreu Zamorano].
Fuente: Comunicación del Poder Judicial.
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