Después de que un jurado emitiera veredicto de culpabilidad, la Sala considera lo considera autor de homicidio, agravado con abuso de superioridad y parentesco, además de profanación de cadáver. Considera también la atenuante de confesión.
Se le ha condenado no acercarse en 20 años a sus dos hermanos y a indemnizarlos con 200.000 euros a cada uno.
Los hechos sucedieron en 2011, en Valencia, cuando tras empujar en una discusión doméstica a su madre esta falleciera por un golpe al caer al suelo, después la descuartizó en tres partes en el baño del propio domicilio y las tiró a diferentes basureros cercanos al domicilio [Adrián Ortiz Gil].
Fuente: Comunicación Poder Judicial.
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