El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha dictaminado que las medidas discriminatorias impuestas por el régimen talibán contra las mujeres en Afganistán pueden ser consideradas actos de persecución en el sentido de la Directiva 2011/95/UE. Con ello, se permite que las autoridades competentes de los Estados miembros reconozcan el estatuto de refugiadas a mujeres afganas basándose únicamente en su nacionalidad y sexo.
La sentencia se produce tras la consulta realizada por el tribunal austriaco que evalúa los recursos presentados por dos mujeres afganas a quienes les fue denegado el reconocimiento como refugiadas. Alegan que la situación general de las mujeres bajo el régimen talibán restablecido en 2021, que tiene graves implicaciones para sus derechos fundamentales, constituye por sí solo, motivo suficiente para el asilo.
El Tribunal de Justicia considera que algunas de las medidas impuestas por los talibanes, como el matrimonio forzado o la falta de protección frente a la violencia de género, deben considerarse por sí solas como actos de persecución puesto que constituyen una violación grave de un derecho fundamental. Incluso cuando analizadas individualmente, algunas de las medidas no constituyan violaciones suficientemente graves, el TJUE señala que su efecto acumulativo y su aplicación sistemática también pueden considerarse como actos de la misma naturaleza.
Por otro lado, el Tribunal aclara que, para evaluar individualmente las solicitudes de asilo de mujeres afganas, «las autoridades competentes de los Estados miembros pueden considerar que no es necesario que se acredite que las solicitantes corren un riesgo efectivo y específico de ser objeto de actos de persecución si regresan a su país de origen.
Basta con tomar en consideración su nacionalidad y sexo», dada la situación actual documentada por organizaciones internacionales como la Agencia de Asilo de la Unión Europea (AUEA) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Manuel Jiménez Ibáñez, estudiante del Grado de Derecho en prácticas en el Instituto de Derecho Iberoamericano.