Los tres bancos han sido condenados como responsables civiles subsidiarios a indemnizar con 105.120 euros a un cliente por haber permitido que otra persona se apoderara de dinero de su tío abuelo.
El acusado cogió una de las cartas del titular de la cuenta bancaria, que residía fuera de España de su buzón, de manera que obtuvo su DNI y así pudo utilizar la banca electrónica “con total libertad”, por lo que ha sido condenado por un delito de estafa en concurso con uno de revelación de secretos.
Las entidades bancarias incumplieron “las disposiciones reguladoras de dicha custodia al no haber adoptado los mecanismos de protección básicos para la eficaz salvaguarda de su patrimonio”. Permitieron al condenado obtener tarjetas de crédito nunca solicitadas por el verdadero titular, así como también le enviaron los números secretos por correo electrónico.
María Hernández Giménez, estudiante en prácticas en IDIBE.
Fuente: Comunicación Poder Judicial.
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