La Sala II del Tribunal Supremo ha condenado a un proxeneta por defraudar al fisco alrededor de 8,5 millones de euros en los ejercicios de 2007 a 2009, ratificando de este modo la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid. Las penas son de 3 años de cárcel, dos de ellas al superar el fraude los 600.000 euros, y una de un año y cinco meses, al no alcanzar tal cifra la cantidad defraudada; así mismo, se impone una multa de 8,8 millones, a lo cual se sumará, tras estimar el recurso del Abogado del Estado, una indemnización de 3.000.000 de euros, abonándose los intereses de demora pertinentes.
Según los hechos probados, el acusado era el dirigente de “un conjunto de medios personales y materiales dedicados a la explotación de la actividad de la prostitución ejercida por terceras personas, cuyos beneficios incorporaba a su patrimonio”. Indica además, que “la actividad de prostitución proporcionaba al acusado en la mayoría de los casos el 50% de la cantidad que pagaban los clientes; en algunas ocasiones, de mucha menor importancia, por la especialidad de los servicios, el porcentaje que correspondía el acusado era del 33%. Los ingresos procedentes de esta actividad se producían en su mayor parte en efectivo y el resto por ingresos procedentes del uso de tarjetas bancarias” [Kirian Riquelme Saldivia].
Fuente: Comunicación Poder Judicial
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