El Alto Tribunal en sede penal ha condenado el 25 de mayo de 2016 a un empresario por delito contra el medio ambiente. Éste se dedicaba al tratamiento y recubrimiento de metales, por vertidos de líquidos, que superaron en más de diez veces lo permitido. Dicho empresario no tenía la licencia oportuna para ejercer tal actividad, el sistema de evacuación de residuos era deficiente y arcaico. Así, el daño al medio ambiente era grave. Pero no solo eso, sino que existía una posibilidad real de que pudiera llegar a la cadena alimentaria y llegar a producir cáncer de pulmón. Decir, por último, que el Supremo desestima la petición del fiscal de imponer la pena de prisión de 5 años y 6 meses del tipo agravado puesto que esta condena supondría una grave indefensión al acusado al no haberse formulado acusación específica [Uriel Sturze Juchnowicz].
Fuente: Comunicación Poder Judicial.
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